-Dulzaina: de viento madera, su estructura esta formada por un tubo
cónico de madera donde van los distintos agujeros y llaves, con una campana
en la parte inferior, y en la parte superior un alojamiento, donde se coloca el
tudel. Hay varias teorías respecto a los inicios de este instrumento, una dice
que viene de la familia del aulos griego; otra que proviene de tierras
bárbaras, y que el rey Alfonso X, la introdujo en tierras castellanas por el siglo
XIII, pero la que más credibilidad tiene nos indica que viene del norte de
África. En toda la cuenca mediterránea, del Dufai, existe un instrumento con
características muy similares. Los primeros códices donde se menciona son
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dos: “Princeps de Las Cantigas, en honor de Nuestra Señora”, libro escrito
por el Rey Sabio, donde nos comenta los instrumentos empleados por
trovadores, juglares y ministriles, en los siglos XIII y XIV, en Castilla,
mencionando a la dulzaina y la chirimía. Y el otro libro donde se nombra, es
“El libro del Buen Amor” bajo el nombre de “dulçema”.
En Castilla se popularizó en el siglo XVI, haciéndose un elemento
indispensable de cualquier fiesta o celebración. Hasta finales del XIX, todas
las dulzainas eran diatónicas (no tenían llaves), pero Ángel Velasco de
Renedo de Esgueva (Valladolid), tuvo la brillante idea de incorporarla una
serie de llaves, para poder dar los semitonos, que es como la conocemos en
la actualidad. Quizá es el instrumento más importante y representativo de
nuestro folklore.
-Pito o flauta: hay varias clases, una es el pito castellano idéntico a
una flauta dulce, pero a lo largo del cuerpo, van dispuestas distintas llaves,
para poder dar alteraciones. Y luego esta el pito o flauta de tres agujeros, que
como el nombre indica es un tubo hueco de madera, que en su parte inferior
tiene tres agujeros, por los que se dan las diferentes notas musicales.